. . ."No Hablo CosteñoL"
Una alemana casada con un costeño
vivía muy feliz con el en una finca.
La alemana no hablaba costeñol y eso era un problema cada vez que tenía que ir de compras.
Un día la alemana fue a la carnicería buscando muslos de pollo. Como no sabía la palabra en costeñol, la alemana le explica al carnicero lo que quería con señas, se pone a aletear como una gallina y se sube la pollera para mostrarle las piernas al carnicero, quien entendió el mensaje y le dio a la alemana un kilo de muslos de pollo.
Al día siguiente la alemana vuelve a la carnicería para comprar pechugas de pollo. Como tampoco sabía el nombre en costeñol, la alemana comienza a aletear como un pollo y se desabrocha la blusa para mostrarle sus pechos al carnicero. El carnicero entiende sus señas y le vende las pechugas de pollo a la alemana.
Al otro día, la alemana necesitaba salchichones. Como no conocía el nombre en costeñol y tampoco tenía forma de describir un salchichón, la alemana se presenta en la carnicería con el marido. . .
(Fin del chiste un poco mas abajo)
V
V
V
V
Y. . . Qué tenían en mente,
M A L P E N S A D O S?
El marido de la alemana habla costeñoL!
JA JA JA JA JA JA JA JA
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